Los jardines verticales son un trozo de naturaleza que ayudan a mejorar la calidad del medio ambiente y promueve a la modificación óptica de cualquier sitio o espacio por muy pequeño que sea.

En la actualidad hablar de estos marcos verdes toma tantas variables como nos podamos imaginar, desde la anexión de plantas aromáticas hasta especies autóctonas. Su origen es tan remoto como la misma humanidad, pero no por la instalación de los mismos, sino por la naturaleza que es y ha sido creadora de infinidad de jardines verticales. Si nos remontamos a el año 600 A.C. podemos encontrarnos con quizá uno de los primeros sistemas instalados para encontrarnos con un conjunto de plantas que eran traídas desde la orilla del río, que se encontraba en las montañas para decorar y embellecer el espacio. Hablamos de Los jardines Colgantes de Babilonia, que son considerados una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Por lo que la instalación de vegetación en espacios urbanos y privados ha existido desde tiempos inmemorables. En la actualidad se siguen llevando estas prácticas a cabo por la necesidad de mantener lugares armónicos que nos acerquen a la naturaleza, y nos calen de la magia y del esplendor que otorga el verde.

Unos cuantos siglos más hacia la era actual y cerca del año cero, el Imperio Romano, es recordado por la instalación de hermosos jardines y fuentes en todos los palacios conocidos en Roma o los palacios de verano de todos los emperadores.

Ahora bien, ¿Cómo se hace un jardín vertical profesional?            

1- En primer lugar hay que planificar bien donde vamos a situar el jardín vertical. Esto es importante por que según las horas de sol utilizaremos unas plantas u otras. 

2- Tiene que ser accesible para las tareas de jardín, que se pueda regar, podar y hacer el mantenimiento con facilidad. Si lo tienes muy arriba no podrás acceder a él con facilidad.

3- También tendremos que estimar si queremos un riego automático o no.

4- Necesitaremos tijeras.

5- Necesitaremos plantas de preferencia sean naturales o artificiales.

6- Deberíamos buscar plantas endémicas, de fácil y rápida adaptación.

Para mantener un jardín vertical natural es esencial regar todos los días, dependiendo de si está en espacios interiores o exteriores. No es un misterio hacer el regado. El riego manual sólo debes tener cuidado a la hora de realizar la proporción de agua, ya que las plantas que queden hacia arriba recibirán mayor cantidad de agua que las plantas que queden más cercas del suelo. Por otro lado , como ya mencionamos anteriormente también existe la posibilidad de el riego automático. Igual de efectivo.

Por otro lado el tener estos muros verdes también tienen varios beneficios:

1- Adaptabilidad: los jardines verticales son adaptables a espacios tanto interiores como exteriores. Con cualquier diseño y estructura. Lo cual quiere decir que se puede aprovechar espacios. Sean los que sean.

2- Estética: ayuda a mejorar la parte estética de cualquier espacio.

3- Aislante sonoro: es curioso pero funcionan como aislante vegetal ante la contaminación sonora en zonas urbanas caracterizadas por el alto flujo de tráfico vehicular o de personas.

4- Plantas medicinales: los jardines verticales promueven el cultivo de plantas para absorber mayor cantidad de dióxido de carbono y producir mucho más oxígeno para ser respirado por los seres humanos. 

5- Emocionalmente: las personas desarrollan una comunicación con las plantas.